Es importante que ahora que estamos próximos a las vacaciones mantengamos esos hábitos saludables que hemos ido aprendiendo a lo largo del curso, pues en verano los niños son más activos y hacer una pausa para merendar ayuda a obtener la energía que necesitan.

La merienda es una comida importante tanto para los niños como para adultos, aunque junto con el almuerzo tendemos a olvidarlas o a recurrir a opciones más sencillas como ofrecer alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sal.

Cada vez es más habitual ver a niños merendando o almorzando productos como bollería industrial, refrescos, batidos o aperitivos salados, contribuyendo al aprendizaje de hábitos poco saludables y por tanto, aumentando el riesgo de padecer obesidad, enfermedades cardiovasculares o diabetes en su vida adulta.

Según el reparto calórico y de nutrientes diario esta ingesta supone un 15% de sus necesidades calóricas totales y su papel es importante si queremos que sigan a tope de energía toda la tarde y no lleguen con más apetito del necesario a la cena. Además es una buena ocasión para introducir alimentos saludables y apetecibles, y procurar que la merienda sea nutritiva y equilibrada.

 

¿Cómo podemos empezar a merendar de forma saludable?

Debemos tener muy en cuenta que los hábitos que se aprendan durante la edad infantil permanecerán durante la edad adulta y los papás deben de ser un ejemplo de hábitos saludables.

Una alimentación saludable comienza en la compra, debemos ser conscientes de que lo que compramos nos lo comeremos, por tanto evitaremos comprar bollería industrial (bollos, palmeritas, galletas, cereales azucarados…), también tenemos que ir abandonando el hábito de añadir cacao soluble o azúcar a la leche y de ofrecer zumos de frutas industriales. Como bebida, SIEMPRE debemos ofrecer agua.

 

Entonces… ¿Qué merendamos?

Existen multitud de opciones para merendar de forma saludable y sencilla, y hay que atreverse a incorporar alimentos nuevos a la alimentación de nuestros peques.

  • Un bocadillo pequeño de jamón serrano con tomate.
  • Preparar una fuente de fruta variada cortada y palos de madera para que ellos mismos preparen sus propias brochetas de fruta a su gusto
  • Una tostada de pan integral con aceite de oliva y tomate, atún, queso fresco, aguacate, hummus…
  • Bol de yogur natural con fruta
  • Batidos y granizados caseros de frutas frescas
  • Sustituir los cereales azucarados comerciales por opciones como la quinoa, semillas de chía o avena con leche.
  • Naranja troceada con canela
  • Yogur natural con frutos secos y fruta fresca
  • Palitos de zanahoria o apio con hummus

Estos son algunos ejemplos aunque existen mil maneras de merendar de forma saludable y sencilla sin recurrir a productos industriales y, por tanto sin que se vea comprometida la salud de nuestros peques. Vale la pena planificar nuestra compra y nuestra alimentación de la semana, y probar alimentos nuevos, siempre dando ejemplo. Os sorprenderéis de la respuesta.