Hace unos días hemos recibido una carta a la atención de Dña Antonia Navarro, por parte de una madre cuyos hijos van al comedor del uno de los colegios que da servicio nuestro catering. Aquí dejamos el texto, hemos ocultado el nombre de la madre y de la monitora para proteger su identidad:

«Estimada señora:

(…) Desde hace varios años, mis dos hijos vienen haciendo uso del servicio de comedor que tiene contratado el catering con su empresa. El motivo de ésta carta es manifestarle mi enorme satisfacción por el trabajo que desde hace ya años viene desarrollando la monitora que se ocupa de mis hijos.

Mucho más allá de su labor como monitora, logra que mis hijos se coman comidas que yo no consigo darles, cuida de ellos y está pendiente de cada pequeña cosa que les pueda pasar y sé que puedo contar con su ayuda como ha hecho montones de veces cuando he necesitado cambios de horario o de lugar de recogida.

Pero además de cuidar de ellos, sé que los quiere porque me lo demuestra todos los días. Y ellos están encantados con su monitora, hasta el punto de que, cuando por motivos de salud ha tenido que ausentarse de su trabajo, contábamos los días que faltaban para que volviera. Y aunque no se encuentre bien, siempre tiene una sonrisa para sus niños.

A tal punto llega mi aprecio por nuestra monitora que, cuando no se me ha concedido la beca de comedor, he hecho un esfuerzo económico quitándomelo de otras cosas, para que mis hijos no dejaran de ir al comedor. Y ha sido por ella. Si no estuviera ella no lo habría hecho. (…).»

Desde Catering Antonia Navarro queremos agradecer enormemente a esta madre por dedicarnos tan maravillosas palabras. Nuestro objetivo diario es justo ese: cuidar todos los detalles de nuestro servicio, desde la selección de toda la materia prima hasta el menú que proponen nuestras nutricionistas, la elaboración con cariño de nuestro equipo de cocina en cada plato, para conseguir la excelencia en nuestro trabajo diario, y que cada niño aprenda los valores nutritivos de la cocina tradicional mediterránea mientras se sienta como en casa.

Los monitores son para nosotros una pieza imprescindible para transmitir directamente nuestros valores mediterráneos a los pequeños comensales, y consigamos con nuestro servicio obtener una satisfacción como la que Mamen tienen con sus dos hijos. Para nosotros, ese es el mayor éxito y por el que trabajamos cada día.